Translate

domingo, 18 de octubre de 2015

Cuando te das cuenta

Buenos días mis chicaaas :)
Hoy  me he levantado mas feliz que nunca, con una sonrisa de oreja a oreja y todo por una simple razón: Me he dado cuenta de que ya puedo comenzar a ser feliz en el amor.
Un simple tweet me ha abierto los ojos. Siempre he vivido atada a una relación pasada, vosotras ya sabéis, y por ello todas las relaciones que tenia acababan mal porque yo quería a otra persona. Esta mañana cuando me he levantado he visto un tweet de el hacia su novia que decía que la echaba de menos, con foto incluida. Y mi cuerpo no  ha hecho ni el mas mínimo gesto. No tenia rabia, no tenia ganas de llorar y ni siquiera le he dado importancia. Cuando he cerrado twitter me he dado cuenta de lo que había pasado y que ya puedo comenzar otra vida.
Ahora todos los proyectos que tenia en mente siento que van a salir a delante con ayuda de mis nuevos amigos y el apoyo de los de siempre. Aquellas personas que siempre están ahí.
Hay un chico nuevo, es muy buena persona y ojala salga como tiene que salir.
He estado un poco pocha estos días, estuve en urgencias  por falta de azucares y bajadas de tensión pero ya esta comenzando a ir todo genial y con este subidon me han entrado ganas hasta de estudiar pero no sin antes pasarme por aquí para contároslo todo.
Recordad que las pocas personas que estáis detrás para mi sois importantes porque leéis las cosas que me pasan y quiero contaros, Si queréis que yo os ayude o os lea sabéis que estoy encantada de hacerlo.
Al final de esto me ha quedado una lección, el destino es el que esta capacitado para juntarnos o separarnos, si el quiere hacerlo dejemosle que se tome su tiempo porque siempre lo hará de la mejor manera que pueda.
Un beso enorme para todas y que paséis buenos días 

jueves, 15 de octubre de 2015

¿Y quién me tiene que decir a mí lo que es una mujer real?

Para mí, una mujer real no es aquella que critica a otra de su género o que la hace sentir de menos, sino aquella que lucha contra estereotipos, la que te empuja a ser mejor, la que trata de sentirse bien consigo misma sin herir los sentimientos de nadie, sea gorda o flaca, sea fea o guapa. Una mujer real jamás llamaría saco de huesos a una 34 ni foca marina a una 52, porque una mujer con lo que hay que tener, defiende a otra mujer, jamás la hunde.
Para mí, una mujer real mide a las demás por sus virtudes y no por sus defectos. Nunca humilla, nunca dice cosas como “¿Y esto te lo pones tú? Si parece de Zara Kids…”, ni mucho menos te manda a Punto Roma a por un buen vestido-carpa de circo, llamándote gorda entre dientes. (Desde aquí aprovecho para decir que me parecen una manada de imbéciles acomplejados todos los que se meten, por ejemplo, con Tania Llasera por haber engordado, o con Heidi Klum, por haber adelgazado).
Para mí, una mujer real, es una chica que cada mañana coge su quitaojeras y le pone una sonrisa al madrugón que se acaba de pegar, con toda su buena voluntad, con todas sus ganas de verse bien y de gustarse a sí misma y al resto de población mundial. Que tapa michelines o huesos, pero que tapa algo que le parece feo, sólo porque así se siente mejor. Y esa chica, que puedes ser tú, o que puedo ser yo, creo que como poco se merece respeto.

Sí, respeto.
Porque, no os equivoquéis, una mujer real no es una superwoman. A veces no puede con todo. A veces, está hasta las narices del trabajo, del novio o el marido, de los niños, de las facturas, de todos los rollos que tiene la vida. A veces, en el peor de los casos, puede encontrarse mal física o mentalmente. A veces, puede estar de bajón sin más. No todo es fiesta. Que aquí parece que tengamos que ser la maldita chica All Bran, que se come unos cereales y baila el twist con unas bragas rojas en el salón. Y no.
Que se han pensado que somos las de la falda lápiz y el tacón de aguja, con un maletín de piel negro y una camisa blanca abrochada hasta donde asoma el canalillo. Profesional pero sexy. Guapa pero lista. Se han pensado que aunque nos quejemos, siempre tragamos con todo lo que nos ponen por delante, así que, qué más da. Porque claro, ya nos hemos acostumbrado a eso de cobrar menos, estar más puteadas, ser Don Limpio, Bill Gates y Beyoncé a la vez, tener que soportar que sólo salgan tías en anuncios de Hemoal y pérdidas de orina, con tener la regla desde la pubertad y que nadie entienda la mala leche que te pone que encima te digan “si es que estás con el síndrome premenstrual, o si es que estás así de amargada de serie”.
Qué hartura.

VIA: http://lachicadelosjueves.com/2015/09/21/xs-y-tu/ (AUNQUE PARA MI LO ÚNICO QUE MERECE LA PENA ES ESTO, SE QUEJA DE TENER UNA XS. QUIEN LA PODRÍA TENER¡¡)